miércoles, 1 de septiembre de 2010

The Kill Kiss capitulo 8


-No te acerques mucho-dijo.
-¿Por qué?-pregunto Ángel
-Porque no quiero hacerte daño-“no podía hacerle lo mismo que a Ned”. Y él se rio y dijo:
- Tú no me puedes dañar.
-Sí, sí puedo pero no quiero.-le respondí.
-Haber quiero ver eso.-dijo y dio un paso así a mí.
-¡¡No, no te acerques!!
-No me harás daño.
-No claro que sí. Si te acercas te pasara lo mismo que a Ned y yo no quiero dañarte, no quiero dañar a nadie más.
-Pero si yo no te besare.
-Pero yo sí.-vi como su cara divertida se transformaba en una cara de confusión. Así que continúe.-Es que cada vez que alguien se acerca a mí como Alexander o tú siento la necesidad de besarlo y yo no quiero por que le puede pasar lo mismo que a Ned y yo no quiero eso.- Empecé a llorar. El se acerco a mí y me abrazo. ---No va a pasar nada no me aras daño ni a mí, ni a nadie te lo prometo.
-¿Cómo?
-No dejare que nadie se hacer que a ti.
-Pero tu tendrás que estar cerca de mí y no sé cómo controlar me-le dije.
-No te preocupes no dejare que me beses, prefiero asarlo yo.- eso me hizo reír.
-No bromes.-dije y lo empuje como de juego aunque no se movió ningún centímetro.
-¿Y si no estoy bromeando?-dijo muy serio. Yo me quede petrificada. Después de un segundo se empezó a reír, no empezó a carcajearse.
- Debiste ver tu cara cuando lo dije-y siguió carcajeándose yo hice cara de enojada pero me gustaba ver así a Ángel creo que era la primera vez que lo veía así. Pero eso no quitaba las ganas que tenia de besarlo y ya no me podía controlar. Así que lo agarre de la camisa y lo acosté en la cama y quede sentada
arriba de él. Fue como la otra vez mi cuerpo no me respondía yo no quería hacerle nada pero no podía parar. El ya no se reía solo me miraba sorprendido. Yo me acercaba cada vez más hasta sentir su respiración que ahora estaba agitada por la sorpresa. Estaban tan cerca de sus labios, los estaba rozando, cuando abrieron la puerta de repente voltee para ver a Alexander asomando la cabeza por la puerta y después asiendo cara de sorpresa. Eso hizo que reaccionara y me quitara inmediatamente encima de Ángel y me sonrojara. Ángel se sentó en la cama. Alexander lo miraba con una ceja alzada y dijo:
-Yo solo venia a ver qué pasaba por que escuche una risa y me pregunte ¿es Ángel? Ángel nunca se ríe y venia a ver de que se reía porque si se reía tenía que ser de algo muy pero muy gracioso y miren con que me encuentro con Ella encima de su protector.-dijo moviendo la cabeza como decepcionado-Ángel como le puedes hacer eso a tu protegida tu sabes perfectamente….
-No me vengas con eso Alexander. Entonces ¿que era todo ese sermón de conocer chicas?
-Sí pero ¿tu protegida? Y tu Ella con ¿tu protector?
-Ya lárgate Alexander ¿no dijiste que debía descansar? Y no hagas como que estas decepcionado por que se que no lo estas.
-Está bien Ángel-dijo y se acercaba a mí pero Ángel le gruño- pero solo me iba a despedir.
-No te acerques.
- ¿Y tú me lo en pedirás?
-No yo no quiero que te acerques el solo sigue mis órdenes.-dije.
-Pero ¿por qué?
-No te lo diré. ¿Te puedes ir? Necesito descansar.
-Está bien-dijo y salió de la habitación.
-Lo siento, yo no quería pero estabas muy cerca y sentí ese impulso-dije y empecé a llorar-te dije que no era bueno que estuvieras tan cerca. No quiero dañarte.-dije llorando. El me abrazo y yo me aleje.
-No es tu culpa Ella, es mía yo no debí de bajar la guardia y menos con lo que acabas de decirme.
-No, no es mi culpa-dije llorando-yo soy la que no puede controlarse tu solo eras tú.
-Yo también tengo la culpa por ser “yo” contigo.-me reí por la forma tan graciosa que lo dijo.-que bien que estas mejor.
-Si cuando eres “tu” me haces sentir bien y eso es bueno porque quiere decir que me caerás bien y así podre divertirme más con mi protector, claro si él quiere.
-Bueno si eso es lo que deseas.
-Lo deseas ¿tu?
-si tu lo…
-¿Lo deseas?-le interrumpí yo no quería que él tuviera que estar conmigo a la fuerza quería que él lo hiciera por que quisiera estar conmigo.
-Si yo quiero estar contigo por eso tome este trabajo yo lo pedí no me lo asignaron, aunque hace rato no lo podía decir por qué estaba Arthur y se como es.
- Bueno si tú lo quieres, si.-dije con una sonrisa
-Es hora de dormir sino Alexander me matara.
-Si-dije y me acosté en la cama.
-Duerme bien-dijo eso y me quede profundamente dormida.
Ángel
La dormí y me puse a pensar sobre lo que me dijo y llegue a la conclusión de que su poder era ese ella podía matar con un beso como su padre y su madre sus poderes combinados ella podía saber sobre la vida de la persona y su padre mataba con una mirada como el dicho de las miradas que matan o algo así nunca me aprendo los dichos de los humanos.
Estaba pensando en eso cuando tocaron a la puerta.
-Pasen.
-Ángel ¿puedes venir?
-Si-dije y salí del cuarto.
-¿Qué pasa?
-Me vas a decir lo que le pasa a Ella.
-No puedo son ordenes.
-¿Ordenes? ¿De quién? Si yo soy tu jefe el único que te da órdenes soy yo.
-Antes de que encuentre a mi protegida si no ella tiene más poder que tú en dame ordenes y eso es lo que hizo.
-Está bien lo que digas. Cuídala.-dijo mientras se fue.
Entre a la habitación y la vi estaba ella tan tranquila durmiendo. Parecía un ángel, bueno prácticamente lo era, pero era tan hermosa. Me senté en el borde de la cama viéndola dormir.

Ella

Estaba en la playa viendo el crepúsculo.

Sentada en la arena, se sentía tan bien, y el paisaje era hermoso, me sentía tan relajada. Escuche que alguien me llamaba.

-Ella, Ella-era Ángel -Ella despierta es hora.-y abrí los ojos para volver a la realidad, a una realidad donde tenía que matar a alguien y luego convertirlo en un ser de cuentos de hadas, un lugar donde quería matar a todos los que se me acercaban con un beso. El beso de la muerte.

Ella